Tus deliciosos labios ya deben estar babeando, pensando en la espesa crema del espresso durante un frío día de otoño. La suavidad y la consistencia de la sustancia que adorna tus papilas gustativas no se pueden comparar con nada. La crema es, en efecto, divina, una fuente de vida y de placer, uno prohibido como podría ser. No piense en lo que podría ser y pruébela en su piel y sus labios, y sienta el verdadero éxtasis de la simbiosis entre la piel y el tejido; disfrute de la Crema pero no se sienta culpable, ¡ya que se lo merece plenamente!
- 60 % poliéster
- 25 % viscosa
- 10 % celulosa regenerada
- 5 % elastano
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